George Rackley enseñó a Blaze cien maneras de estafar a la gente e ideó para él un plan ambicioso: secuestrar a un niño rico.
La familia Gerard es multimillonaria y el nuevo retoño del clan valdrá muchos de estos millones. Solo hay un problema: cuando llega el momento de ponerlo todo en marcha, George, el cerebro de la operación (y de todo lo que hacen), muere.
O quizá no…
Por eso Blaze se encuentra huyendo desesperado de una tormenta y de la policía. Ha conseguido raptar al bebé, pero el secuestro se ha convertido en una carrera contrarreloj a través de los bosques infernales de Maine.