Crímenes sexuales en los centros clandestinos de detención.
“PUTAS Y GUERRILLERAS es el Nunca Más de la violencia sexual”, afirmó la abogada feminista Ana Correa.
Las autoras se atrevieron a contar lo que sucedió con las mujeres que pasaron por los brutales centros clandestinos de detención de la dictadura, donde los represores les gritaban putas y guerrilleras. El trabajo publicado hace diez años perturbó a algunos sectores porque indagar en los abismos de la crueldad y del odio, y debatir sobre ello, no era políticamente correcto. Se prefería el ocultamiento y el silencio, como si las víctimas del salvaje disciplinamiento de la violencia patriarcal concentracionaria tuvieran que avergonzarse de algo.
Miriam Lewin y Olga Wornat, en un libro descarnado y honesto, desnudan el infierno al que fueron sometidas las militantes y cuestionan el pensamiento machista de la época. Apuntan al corazón del concepto de consentimiento que siempre sobrevuela los casos de crìmenes sexuales y que es aún más inadecuado cuando se trata de delitos de lesa humanidad. Este es un relato que conecta las luchas recientes contra el acoso, el femicidio, la violencia sexual y la falta de paridad de género con las historias
dolorosas del pasado y un presente en el que una feroz avanzada conservadora pretende arrasar con las conquistas e invisibilizar las desigualdades de género.