Invierno de 1999. Un hombre regresa a casa. Está oscuro, hace frío y su coche avanza por una carretera solitaria. De repente, los faros iluminan algo que parece un animal. El hombre pisa el freno con decisión. Frente al vehículo encuentra a un niño en shock, casi congelado. Sobre la cabeza lleva una cornamenta de corzo.
Catorce años después, una mujer es brutalmente asesinada en un lago de montaña. En un plazo de tres semanas, tres personas han muerto. En cada ocasión, el criminal ha dejado una pista invitando a los investigadores Holger Munch y Mia Krüger a un juego mortal. Comienza una carrera contrarreloj contra el más peligroso y aterrador tipo de asesino en serie: el que elige sus víctimas completamente al azar.