Labios del color de la sangre, el sol tornándose rojizo en el ocaso gris, cuervos que salen desbandados ante unas ruedas de tren que traquetean «culpa, culpa, culpa»: la extrañeza inunda el vagón que lleva a Mary Ventura hacia el noveno reino.
«Pero ¿qué es el noveno reino?», le pregunta a una mujer de ojos azules y piel arrugada. «Es el reino de la negación, de la voluntad congelada -responde-. No hay retorno posible.»
Inédito todo este tiempo, Sylvia Plath escribió este misterioso relato cuando tenía veinte años. Como apunta Mariana Enríquez en el epílogo a esta edición, el hallazgo suma ahora una pieza más al rompecabezas de una escritora que lo ha sido todo para todos.