Para Giana no hay mejor compañía en el mundo que la de Champi, un perdito de abrazos esponjosos y simpática colita enrulada. ¡Todo es más divertido -y algo baboso- cuando están juntos! Pero los Juegos Olímpicos del año 221 d. T. (después de la Tierra) los separan de manera inesperada. Claro que Giana no está dispuesta a renunciar a su adorable mascota y llegará hasta la mismísima Adela Voicotte de ser necesario. Por suerte cuenta con la ayuda de su hermano Bauta y su vecino Elu para intentarlo.