Para indagar sobre la cuestión social hay que sumergirse en un lenguaje de combate. Implosión confronta la noción de lo social como aquello a comprender para ser administrado, lo tumultuoso a contener o el conjunto de consecuencias inevitables de un modelo de socialización y trabajo que produce márgenes y descontentos. Aquí se propone leer lo social desde abajo, por eso se lo llama también fuerza, mayorías populares, vidas precarizadas y cansadas, estados anímicos.
En este libro emerge una geometría que es a la vez territorial, subjetiva e histórica. La implosión nos permite entender las formas actuales de los vínculos, de las violencias que los constituyen pero también de sus derivas estratégicas y sus superficies cotidianas. La precariedad es el fondo, o la condición de posibilidad de esa implosión. Asimismo, esta categoría es también sacudida de su status atrapa-todo para devenir fenomenología de gestos, tonalidades y riesgos.