Este tercer volumen autobiográfico, continuación de Memorias de una joven formal y La plenitud de la vida, narra la existencia de la autora entre los años 1944 («el momento preciso en que comienza la declinación y aún se siente el calor del pasado») y 1962. La fuerza de las cosas no intenta ser una obra de arte sino un veraz testimonio de opiniones, perspectivas, intereses y compromisos. Es el relato de una vida con sus entusiasmos, sus torpezas, sus sobresaltos; una vida que quiere expresarse y no servir de pretexto a elegancias literarias.