Tanto en nuestra vida profesional como en la social o familiar, todos nosotros tenemos constante necesidad de relacionarnos con otras personas. Unas relaciones que a veces se convierten en una tortura: cuando sentimos que manipulan nuestra voluntad para plegarla a sus proyectos… y, aun sabiéndolo, somos incapaces de negarnos.
A partir de técnicas conductistas, Cuando digo no, me siento culpable ofrece un método fácil y de excelentes resultados para afirmar los propios derechos y aspiraciones sin necesidad de manipular los ajenos, y sin tener las frustrantes reacciones defensivas que, a veces con incomodidad, experimentamos.