Patrick Bateman es veinteañero, atractivo y tiene éxito en su codiciado trabajo en Wall Street. Asistimos a lujosas fiestas acompañados de sus amigos, mientras hablan de ropa, negocios y esnifan cocaína entre risas. Bateman es un yuppie más, uno de esos hombres de clase media-alta, rebosantes de confianza, que habitan las calles de Manhattan, aspirando a subir más y más en la escalera del poder empresarial, preocupados por vivir entre comodidades y obsesionados con su físico. Sin embargo, Bateman lleva una doble vida, y por las noches se dedica a matar, torturar y violar. Lo que empieza con eventos aislados de violencia extrema evoluciona hasta una espiral de terror sin control.
«La vida era como un lienzo en blanco, un cliché, un culebrón. Me sentía letal, al borde de la histeria. Mis ansias nocturnas de sangre inundaban también mis días y tuve que dejar la ciudad. Mi máscara de cordura amenazaba con desaparecer. Para mí era la estación más dura y necesitaba vacaciones.» El sofisticado, inteligente y vanidoso Patrick Bateman trabaja en Wall Street, idolatra al joven magnate Donald Trump, cena en los restaurantes de moda de Nueva York y es capaz de distinguir un traje Armani a cincuenta metros de distancia. También le gusta violar, torturar, asesinar y desmembrar. American Psycho, la novela más polémica de Bret Easton Ellis, se ha convertido en el reflejo más descarnado de la sociedad hipermaterialista de finales de los 80 y en una de las obras maestras de finales del siglo XX. Bret Easton Ellis lanza una crítica corrosiva hacia el egoísmo y la depravación del capitalismo exacerbado: un retrato desolador, irónico y rabiosamente vigente de un mundo al borde del colapso en el que todavía vivimos.