UNA BODA. UN VIAJE A ESPAÑA. UNA MENTIRA Y UN PLAN QUE HACE AGUAS.
Catalina está desesperada. Cuatro semanas no son demasiado para que encuentre a alguien dispuesto a acompañarla a la boda de su hermana al otro lado del Atlántico, y menos aún que finja que la ama. Pero lo más ridículo de todo es que sea Aaron Blackford, su compañero de trabajo al que no soporta, quien se ofrezca a hacerlo. Ahora Lina deberá sopesar qué es peor: aguantar a Aaron, con su aire petulante y sus ojos de hielo, o admitirle a su familia que ha mentido y que es toda una farsa. Como diría su abuela: que Dios nos pille confesados.