Lo que hace de esta novela un placer de lectura y un logro indiscutible es su elegante manejo del idioma, su destreza a la hora de convocar en ella una amplia gama de recursos narrativos. Su brevedad, su contención a la hora de narrar no son sino una forma de profundizar en su emoción irrevocable y una manera de crear en el texto una tensión que nos lleva a ese final sin escapatoria. Y todo ello para crear una suerte de lucidez en un texto inteligente y perfectamente calibrado y donde intenta demostrar ese mundo desquiciado de nuestras relaciones y de la inhumanidad humillante que nos rodea. Sin estridencias, Burel ha creado una metáfora de eso que él definió con esta frase: «¿Qué pasa después de la vida y antes de la muerte?».
El guerrero del crepúsculo
$ 590,00
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