Un cuento para acompañar el proceso de duelo.
Un niño cuenta que desde que era bebé conoce a su abuelo, con el que siempre juega con autitos. Un día, el papá le dice que la mamá acompañó al abuelo al hospital, porque estaba muy enfermo. El abuelo empeora, y el niño va con la mamá a darle un beso y despedirse. Dos días después, el abuelo muere. Se ponen muy tristes, pero hacen un dibujo, que cuelgan en una pared para recordarlo. La mamá y la tía les cuentan a él y a su prima historias del abuelo, miran fotos y juegan con los autitos, y sonríen a pesar de la tristeza.