Un lunes de abril Camille Verhoeven, comandante de la Brigada Criminal, acude a la escena de un crimen en un solar industrial del municipio de Courbevoie. Dos mujeres han sido torturadas, asesinadas y descuartizadas… Un crimen particularmente espantoso; un asesino que lo tiene todo previsto, hasta el mínimo detalle, y que, al parecer, conoce muy bien a Verhoeven.
Este es solo el principio de la pesadilla. El comandante es un poco atípico: en la cuarentena, calvo, extremadamente bajo, va a contracorriente y tiene un humor colérico. Los casos de los que se encarga a menudo también escapan de lo normal.
Con la publicación de Alex en el Reino Unido, The Guardian dedicó una portada a Lemaitre nombrándolo el «sucesor de Stieg Larsson». Hoy el ganador del
Premio Goncourt y de tres Dagger Awards (el mayor galardón en el género) es el rey indiscutible de la novela negra.