Antiguos dioses, viejos amigos y enemigos por igual se congregan para rendirle tributo al difunto Rey de los Sueños, dándole un cierre a la historia de Morfeo de los Eternos. En el final, ecos de Morfeo reverberan y alcanzan a un hombre que se niega a morir, a un sabio consejero chino perdido en un desierto de sueños y un avejentado William Shakespeare, quien debe saldar una deuda con Sandman en el ocaso de su vida.
Corresponde a Sandman #70-75.