Rosa Pionera soñaba con ser una gran ingeniera…
Sola en el desván, bajo la luz de la luna, montaba chismes y artefactos como ninguna.
Por timidez no se atrevía a decir nada, rebuscaba en la basura y recogía cachivaches que atesoraba. Con ellos construía sus inventos, pero nadie podía ver sus descubrimientos. Todo siguió igual hasta que el otoño llegó y su pariente más antiguo se presentó. ¡Su tía abuela Rosie! Y a Rosa se le ocurrió una idea de lo más atrevida: construir un artilugio para hacer volar a su tía.