Es imposible comprender el siglo veinte sin la radio. Sería como concebir el presente sin pantallas ni redes sociales. Nada lo expresa mejor que el refrán popular: «¿Quién sos que la radio no te nombra?».
En noviembre de 1922 comenzaron las trasmisiones regulares de radio en Uruguay desde la estación Paradizábal, ubicada en el centro de Montevideo. Desde entonces experimentó un desarrollo explosivo; en apenas dos décadas, las antenas se multiplicaron por todo el país y el público creció sin cesar.
Esta obra es un homenaje a los 100 años de la radio en Uruguay y recorre la historia de la radiodifusión entre 1922 y 1940, es decir, el período de desarrollo y crecimiento de un medio de comunicación que nació cargado de expectativas, y pasó de la marginalidad al centro de la cultura uruguaya en apenas dos décadas.
Sintonizar la estación preferida se convirtió en una rutina doméstica cada vez más extendida en los hogares uruguayos.
Cambian las tecnologías, pero no la fruición de la escucha. La fascinante y poderosa atracción del sonido sigue cumpliendo su vieja función: cautiva, integra, interioriza la palabra, despliega imaginación, suscita y provoca sentimientos que nos acompañan y conectan con una comunidad de oyentes. A galena o en pantalla, seguimos prendidos al mundo sonoro.
Recibió el Premio Nacional de Literatura –2019– del Ministerio de Educación y Cultura en la modalidad obra inédita de la categoría «Ensayos sobre historia, memorias, testimonios y biografías».