Como hija de un rey destronado y descendiente de druidas ancestrales, Gruoch está llamada a ocupar su lugar en la historia. Cuando era una niña, su abuela vaticinó que algún día sería reina de Escocia. Y años después, cuando se compromete con Duncan, heredero al trono, la profecía parece estar a un paso de convertirse en realidad.
Así, abandona su hogar, a su familia y a su buen amigo MacBethad para viajar al trono de Scone y sellar su nuevo destino. Sin embargo, nada ocurre como Gruoch espera. La corte de Duncan está llena de palabras taimadas y rostros hostiles, de mujeres desesperadas por usurpar supuesto y personas cuyas intenciones son todo un misterio. A medida que se acerca su coronación, un cruel giro del destino obliga a Gruoch a huir de Duncan y a abandonarla capital; ahora está sola y a merced de un viejo enemigo.
Tras haber perdido casi por completo la esperanza de convertirse en reina, hará todo lo posible por sobrevivir, mientras lucha por cumplir el destino que le ha sido vaticinado.