Ha llegado el momento de desterrar el mito de que la mente humana tan solo es un cerebro encerrado en un cuerpo que utiliza el cuerpo como vehículo.
El doctor Thomas R. Verny nos guía por los misterios de la fisiología, la neurociencia, la genética y la física cuántica para demostrar que las células corporales —y no solo las neuronas— almacenan la memoria, influyen en el código genético y se adaptan a los cambios medioambientales, todo lo cual contribuye a la mente y la conciencia. Desde este principio, podemos entender, por ejemplo, por qué personas que han perdido gran parte del cerebro pueden seguir funcionando en el mundo con normalidad; cómo nuestras decisiones pueden cambiar nuestros genes y los de nuestros descendientes; hasta qué punto los trasplantes de órganos pueden llegar a influir no solo en los cuerpos de los receptores, sino también en sus mentes, entre muchos otros hallazgos apasionantes. La memoria del cuerpo nos ayuda a comprender quiénes somos en relación con nosotros mismos, nuestros seres queridos y el universo al tiempo que nos alienta a asumir la responsabilidad de nuestras propias acciones.