Una tarde como otra cualquiera, Rosie vio cómo su hija Saoirse se alejaba en bicicleta en dirección a la ciudad. Esperaba oír el ruido de la puerta cuando regresara a casa… pero ese momento nunca llegó.
Ocho años después, tras una intensa investigación sobre su desaparición, Rosie es la única que sigue creyendo que su hija podría seguir con vida. Y cuando recibe una llamada de su padre pidiéndole que regrese a la casa familiar a pasar el verano, se ve obligada a salir de su estado de ensoñación.
La vida en la isla de Roaring Bay hace que resurjan viejas rivalidades, pero también le brinda nuevas amistades y le ofrece un consuelo inesperado. Sin embargo, cuando un rayo de esperanza parece asomar en el horizonte, Rosie se ve obligada a enfrentarse a una pregunta difícil de responder: ¿hace bien al creer que Saoirse sigue viva? ¿O la convicción de que su hija volverá algún día podría hacerle perder todo lo que tiene?
«Un relato elegante y emotivo sobre la pérdida en el seno familiar y la reconexión; la mejor novela de Anne Griffin hasta el momento». John Boyne