¿Por qué si los sindicatos son la única “institución” de la que disponen los asalariados para mejorar sus condiciones de trabajo, tienen tan poca aprobación ciudadana en Uruguay?
La interrogante se puede enunciar de otra manera: ¿por qué tiene tan mala fama ejercer la actividad sindical?
El Uruguay de los últimos 15 años modificó el mapa sindical de manera inédita: aumentaron los gremios y los afiliados, pero ocurrieron casos de corrupción y abuso de poder que pusieron al descubierto un
nuevo “clima” de vida gremial. Además, muchos dirigentes pasaron a tener sueldo, beneficios, viajes, cargos en el aparato de Estado.
¿Se vive como se piensa o se piensa como se vive?
Este libro echa luz en algunos rincones oscuros de los sindicatos en Uruguay, e indaga sobre temas como el dinero, el liderazgo, la democracia interna y la representatividad.
De cerca, la unidad en la diversidad luce malherida.
¿Menos sindicatos? No, seguramente más democracia y fraternidad.