Yamilet quiere que la conozcan por su impecable raya del ojo y no por ser una de las únicas lesbianas en su nuevo instituto católico.
La cuestión es que es difícil fingir ser heterosexual cuando Bo, la única chica abiertamente queer en la escuela, es tan irritantemente perfecta y, bueno…, tan atractiva.
A sus dieciseis años, Yami tiene claras sus prioridades: mantener a su hermano lejos de los problemas, enorgullecer a su madre y, lo más importante, no enamorarse.
Pero, para lograrlo, tendrá que luchar contra sus instintos y empezar a comportarse como las chicas heterosexuales que hay en su instituto. Aunque eso nunca se le ha dado demasiado bien…