El reino de Kandala está al borde del colapso. Las peleas entre los distintos sectores no han hecho más que empeorar desde que una enfermedad empezó a arrasar las tierras, y el único remedio conocido, el elixir preparado con pétalos de flor de luna, está seriamente limitado. El rey se aferra a una paz endeble con mano implacable.
En la Selva, Tessa Cade, aprendiza de boticaria, y su mejor amigo Wes están cansados de ver cómo sufre la gente. Arriesgan su vida noche tras noche para robar pétalos de flor de luna y distribuir el elixir entre quienes lo necesitan, pero no es suficiente.
Cuando empieza a rumorearse que el remedio ya no funciona y comienzan a alzarse voces pidiendo una revolución, una decisión especialmente cruel del justicia del rey provoca tal desesperación en Tessa que intenta lo imposible: colarse en el palacio. Pero lo que encuentra en su interior la lleva a preguntarse si acaso es posible arreglar Kandala sin destruir primero el reino por completo.