En noviembre de 2017, tras años de ir y venir, un cáncer terminó con la vida de la periodista Margarita Serrano. Devastada, su hermana Marcela encontró en el retiro campesino y en la escritura la única manera de sobrellevar el desconcierto, la tristeza y la rabia. Ese estado de excepción emocional es lo que está en la base de estas páginas que, con el pasar de los días, la autora fue tejiendo como un manto para cubrir a su hermana y a quienes tras su muerte quedaron a la intemperie.
El resultado de ese arrojo son los emocionantes, tristes y a la vez luminosos apuntes -discontinuos como el duelo mismo- que Marcela Serrano reunió con lucidez y coraje durante todo el año que siguió a la muerte de «la M», un año que tuvo mucho de encierros y recuerdos, algo de música y nada de autocompasión.