Un breve ensayo que hará las delicias de todo aquel interesado en la cultura japonesa y en el arte en general. Tras la aparente sencillez de sus páginas, Tanizaki desgrana su pensamiento estético y desvela, en una brillante y continua línea de ejemplos, un mundo misterioso, quizá desaparecido, al cual podemos acceder como fuente de inspiración para crear un mundo estético propio. Es el mundo de la sombra, en el cual la experiencia más nimia o el acto más banal puede ser sublime.
El elogio de la sombra es un alegato a favor de un arte y una sociedad –la japonesa- que pone en valor la penumbra, el matiz, lo sutil, esos aspectos que enriquecen y dan interés a las cosas, frente a la obviedad occidental provocada por el exceso de luz, la modernización imparable y la practicidad, que al hacer las cosas tan obvias las convierte en estridentes.
Prólogo de Yayoi Kawamura.
Epílogo de Javier de Esteban Baquedano.