«Llevábamos casi una hora reunidos, sin poder avanzar. Cinco profesionales, discutiendo temas distintos, sin escucharnos, sin atender el problema que nos había convocado en primer lugar. Entonces llegó el gerente.
En menos de diez minutos nos ayudó a ver con extrema claridad la decisión que había que tomar. Propuso alternativas, al tiempo que iba explicando lo bueno y lo no deseado de cada una de ellas para resolver el problema en cuestión. “No hay solución ideal para esto”, expresó, quitándonos un peso de encima, “nos toca decidir hoy, esperando que este arreglo no genere problemas mayores mañana”. Y decidimos.
Diez minutos para demostrar un realismo admirable ante la situación, un foco agudo para no distraerse de lo esencial, creatividad y practicidad para proponer planes de acción, y una capacidad impresionante para imaginar escenarios y reacciones de todos los stakeholders que podrían verse afectados por nuestra decisión.
Cuando le conté a mi jefe, admirado, lo que había presenciado, solamente dijo: “Domina el Método del Caso”».
Para quienes lo conocen, supone una oportunidad de profundizar en conceptos de aplicación inmediata. Para quienes no están familiarizados con el método, ofrece la posibilidad de participar en un diálogo, con el objetivo de generar aprendizajes valiosos en su vida profesional y personal.