Ivy ha crecido entre lagos cubiertos de hielo y bosques vírgenes, rodeada de la nieve que tanto ama. Por eso, cuando se queda huérfana y se ve obligada a trasladarse a California, no puede dejar de pensar en lo que ha dejado atrás y el peligroso secreto que lleva consigo.
Ahora, la única familia que le queda es la de John, su padrino. Pero no tardará en comprender que su hijo Mason ya no es el niño desdentado que había visto en una foto cuando era pequeña. Cuando le sonríe por primera vez, Ivy se da cuenta de que convivir con él resultará más difícil de lo previsto. Mason no la quiere allí, y no se molesta en ocultarlo.
Mientras Ivy trata de mantenerse a flote entre las impetuosas olas de su nueva vida a orillas del océano, Canadá y sus misterios no dejan de atormentarla. ¿Logrará su corazón, blanco como la nieve, florecer de nuevo y vencer el hielo invernal?