Corrie Swanson, joven agente del FBI, se enfrenta al descubrimiento de un cuerpo momificado en High Lonesome, un pueblo minero de Nuevo México abandonado hace mucho tiempo. El cadáver se encuentra en posición fetal, el rostro presenta un rictus terrorífico y entre sus ropas se oculta una cruz de oro y piedras preciosas. El extraño hallazgo plantea muchas preguntas y Corrie solicita la colaboración de la doctora Nora Kelly en la excavación.
El fallecido se llamaba Jim Gower y solía merodear por el pueblo en busca de reliquias de los indios originarios de la zona y de los conquistadores españoles que llegaron después. Corrie localiza al único descendiente del muerto, Jesse Gower, que reclama la propiedad de la cruz de oro y afirma que antes de dedicarse a buscar objetos antiguos, Jim Gower había sido propietario de un rancho a pocos kilómetros de High Lonesome, que le expropió el gobierno.
La investigación concluye que Jim Gower murió alrededor de 1945, envenenado. Entretanto, la doctora Kelly ha identificado uno de los objetos hallados junto al cadáver, se trata de una bolsita de hierbas con propiedades medicinales, como las que usaban los apaches.