Mucho antes de que se empleara con fines adivinatorios, el tarot se utilizaba como juego y como medio para conocerse mejor.
Las llamativas composiciones de Nina Bunjevac, que destacan por el trazo singular de la autora y los ricos detalles dorados, dan un nuevo significado a las escenas clásicas de estas cartas del triunfo y nos ofrecen una versión revitalizada de la tradicional baraja Rider-Waite.
Inspirada en buena medida en los arquetipos junguianos, esta baraja nos brinda un conjunto de herramientas que pueden ayudar a desgranar el significado de los arcanos mayores, descubrir cosas sobre nosotros mismos y reflexionar sobre el presente.
Presentada en un estuche compuesto por veintidós cartas y una guía espiritual de cada una de ellas, se trata de una exquisita obra de arte. Un gran regalo y un mejor autoregalo.