Aby Warburg quiso que su colección de libros fuera un método para estudiar la cultura. En el ordenamiento de la biblioteca ideó un sistema de clasificación basado en la ley del «buen vecino». Al buscar un libro en las estanterías, uno se sentiría atraído y llevaría los libros similares que se encontraran junto a él.
El sistema de ordenamiento de la biblioteca estaba dividido en cuatro categorías: imagen (historia del arte, arqueología y culturas tempranas), palabra (los conjuros, las epopeyas, literatura antigua y posmedieval), orientación (filosofía, estudios religiosos y de la ciencia) y acción (historia, teatro, tecnología).
La colección se basaba también en la idea de que obras de diversa procedencia se influían y también se repelían, y en la convicción de la existencia de una memoria cultural inconsciente que actuaba y conducía a transformaciones continuas.
Este libro se asienta en las categorías de Warburg. La cercanía de los poemas es su única diferencia

Buenos vecinos

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